EL CUERPO TIENE SUS RAZONES Thérèse Bertherad Reseña realizada por Jordi Bel Marcoval: Por lo general, confiamos la responsabilidad de nuestra vida, de nuestro cuerpo, a los demás; pero a veces, esta confianza no se ve recompensada con más salud y libertad, sino con la represión de nuestros instintos. ¿Cómo tomar las riendas de la situación para recuperar la salud, la vitalidad y la autonomía a la que tenemos derecho? No, desde luego, tratando de fortalecernos mediante la gimnasia, que solo considera a nuestro cuerpo un animal al que domesticar. En este libro se exponen los métodos naturales apropiados para quienes consideran que el cuerpo es una unidad indisoluble, y se proponen, también, ejercicios que desarrollan la inteligencia muscular, exigiendo para su buen funcionamiento una gran agilidad mental. Estoy operado de dos hernias discales, y nunca había vuelto a sufrir dolor de espalda, o pierna por pinzamiento del nervio ciáti
Por Jordi Bel Marcoval Ahora que los Pc’s y las consolas van a sacar humo con la tercera entrega del videojuego ‘The Witcher’, anunciado como uno de los mejores en su género, es el momento perfecto para comentaros de dónde sale la historia que lo inspira. La saga del brujo, como la conocemos los lectores, está compuesta por 7 libros de fantasía épica. Los dos primeros, 'El Último Deseo' y 'La Espada del Destino', son pequeños relatos o cuentos donde encontramos a Geralt de Rivia, un brujo que se gana la vida cazando toda clase de monstruos. En ellos disfrutaremos de diferentes personajes y lugares que más adelante tendrán una gran relevancia en el trascurrir de la saga. 'La Sangre de los Elfos' es el tercer libro, que es a la vez el principio de la historia. 'Tiempo de Odio', 'Bautismo de Fuego', 'La Torre Oscura' y 'La Dama del Lago' (dividido en dos partes), son los libros que los siguen. Qué decir
Me faltan adjetivos para expresar lo mucho que me gustó esta serie, lo mucho que disfruté visionando un capítulo tras otro sin poder dejar de hacerlo, como si fuera uno de esos yonkis que se metían la metanfetamina (cristal azul para ellos), que con tanta destreza cocinaba el «bueno» de Walter White siempre «ayudado» por su «socio» Jesse Pinkman. Cuando terminé el último capítulo, me quedé ante el televisor quieto, pensando mientras la canción «Baby Blue», de Badfinger, sonaba a la vez que los créditos finales daban por concluida la mejor serie que había visto en mi vida. Resultaba extraño, pues el principio de la serie, por su lentitud, me echó para atrás la primera vez que intenté verla, y sé que a muchos les ha pasado lo mismo. ¡¡NO SABEN LO QUE SE PIERDEN!! Es irregular, sí, con capítulos memorables seguidos de otros mucho más pausados; todos necesarios para que al fin, tras su desenlace, digas: «Esto ha sido único». La premisa de la serie, en aparie
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